La victoria de Cambiemos en las elecciones legislativas de mitad de periodo en Argentina consta de tres elementos, cuyo análisis nos proveerá de una comprensión sobre los resultados y su porqué.
El domingo 23 de octubre fueron renovados un tercio de la Cámara de Senadores y casi la miad de la Cámara de Diputados para el periodo 2017-2021. Veamos los detalles elementales:
1. Concurrencia ciudadana. La convocatoria a las urnas fue casi del 90 %, una de las más altas desde 1983. Eso muestra lo involucrado que está el ciudadano argentino con este momento, sea cual fuere su preferencia partidaria.
2. Cristina Kirchner perdió en el único territorio en el que se presentó. La del domingo fue una elección que, básicamente, definieron tres mujeres: Elisa Lilita Carrió (la principal aliada del presidente Mauricio Macri por fuera de su círculo PRO), la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Los argentinos premiaron a las primeras dos. Le otorgaron a Carrió el 50,93 % de los votos mientras que en otros años solo había obtenido un 2 % a nivel nacional. Sus persistentes denuncias contra la corrupción, y una justicia que, aunque lentamente, va dándole la razón, la convirtieron en una protagonista de la jornada electoral. Sin ser candidata formal pero habiéndose puesto la campaña al hombro, también la gobernadora Vidal fue premiada en el áspero territorio de la provincia al darle a sus candidatos Graciela Ocaña, a la diputación, un 42,18 %, y Esteban Bullrich, al Senado, un 41,38 %, aventajando al 37,25 % que logró Cristina Kirchner.
Aunque la expresidenta se autodefinió como la única oposición a Macri en 2019, lo cierto es que perdió por primera vez una elección. Su desembarco en el Senado, a partir del 10 de diciembre, le augura soledad absoluta. No integraría ningún bloque porque los líderes peronistas ya anticiparon que la dejarán sola. Por otro lado, los próximos dos meses podrían ser letales para ella si la justicia, luego del rotundo mensaje de las urnas, se despabila y agiliza decenas de causas que ya acumulan pruebas contundentes para condenarla por corrupción y traición a la patria.
3. El peronismo sufrió la peor derrota de su historia. El triunfo de Cambiemos fue un golpe demoledor para el peronismo en todas sus expresiones, porque aun en territorios como Salta, La Pampa y La Rioja, donde no se esperaban sorpresas, los votantes prefirieron el color amarillo. Hoy en el peronismo tradicional nadie asoma como figura nacional convocante. Por otro lado, el oficialismo sí puede mostrar desde ahora figuras presidenciables, como el propio Macri o Vidal. Es decir, Cristina Kirchner llevó al peronismo a su peor momento en toda su historia.
Lo que le queda para el futuro inmediato del presidente de la Argentina es aprovechar, como no pudieron hacerlo sus antecesores, este rotundo triunfo de medio término en todo el país para poner en marcha una economía nacional que, por ahora, muestra tibios signos de reactivación. Por ejemplo, achicar el rojo fiscal pero sin sangre para los que menos tienen. Eso dependerá de la cintura política del gobierno, que ya suma dos años de gestión y un apoyo electoral decisivo pero que no le dio mayoría parlamentaria. Serán fundamentales las alianzas con los gobernadores, el Congreso y la Central General de Trabajadores, la poderosa central sindical hoy en crisis como el peronismo, que renovará autoridades en poco tiempo.
Nota publicada en: http://dialogopolitico.org/comunicacion/tres-detalles-sobre-el-triunfo-legislativo-de-macri/