Los azucareros y los petroleros están muy atentos por estas horas a lo que pasará con el biodiesel, ya que informalmente los ingenios se habían llevado una promesa de dejar en stand by las modificaciones previstas en febrero debido al impacto en el sector de las modificaciones en impuestos internos y otros cambios en las alícuotas previstos en la Reforma Tributaria que ahora discutirá el Congreso. Por otro lado,
las petroleras esperan contar con futuras subas en los precios de los surtidores para mejorar sus cuentas como por ejemplo la reversión que logró YPF al revertir el ojo del 2016 con un saldo de 3.000 millones de pesos justamente por la venta de combustible Premium. Hay tensiones sectoriales y afilan el lápiz dentro del Gobierno.