En vísperas del paro de la CGT se produjeron dos noticias reveladoras aunque en
sentidos totalmente contrarios y que ponen, una vez más en la mira la abusiva
posición del gremio camionero, favorecido durante la primera etapa de las gestiones
kirchneristas. En materia de costos de transportes, claves para abaratar y agilizar el
comercio y generar empleo genuino; la Argentina tiene mucho camino por recorrer.
Por ejemplo, un informe de la Unión Industrial reveló que en el país más del 90% del
transporte de carga se hace con camiones, 5% en tren y menos de 2% por vía
marítima o fluvial. En este sentido el avance de las obras del Belgrano Cargas
provocarían un automático crecimiento de este tipo de transporte porque es más
barato y, por ejemplo, las cargas que provienen del norte al centro de país y tardan
en camión un promedio de 40 días lo harían en 3 días.
En este contexto, la Sociedad Rural salió a condenar justamente hechos de
violencia por parte de camioneros autoconvocados en protesta por aumentos de
tarifas contra transportistas y productores. En paralelo Ternium debutó en las rutas
con el uso de “bitrenes”, que permite llevar doble carga y que podría abaratar el
costo logístico un 70%. Esta modalidad es resistida por el gremio y requiere una
autorización especial del conductor. Los vehículos con doble acoplado son la última
tecnología en países con un flujo comercial mucho mayor que la Argentina; por
ejemplo en Europa.