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Una cuenta única nacional: el plan de Batakis que empieza a despertar resistencias

La idea de una cuenta o una caja única para manejar los gastos de la Nación puede convertirse en uno de los objetivos principales del tándem Silvina Batakis- Martín Miguel Di Bella, nuevo secretario de Hacienda, para ordenar el reparto de los recursos del Estado que se produjo entre las distintas “tribus” que integran el Frente de Todos.

Si bien para los economistas de la oposición se trata de una maniobra contable para financiar las arcas del Tesoro nacional la puesta en marcha de la medida anunciada que, en principio, parece reforzar la autoridad del presidente Alberto Fernández, supondrá centralizar el manejo de los fondos de todos los organismos del sector público nacional y que, según afirmó la nueva funcionaria del gabinete, se trata de una cifra cercana a los 600.000 millones de pesos

La frase de Batakis, “no vamos a gastar más de lo que tenemos” provocó un silencio atronador entre los funcionarios cercanos a la vicepresidenta, Cristina Fernández, y el nombramiento de Martín Di Bella al frente de la Secretaría de Hacienda, llevó a que dirigentes piqueteros como Juan Grabois, entre otros, estén a un paso de abandonar su apoyo al Frente de Todos y tomar las calles, casi de manera permanente, para resistir los cambios en las reglas del juego.

Un ejemplo de lo que podría pasar con el reordenamiento financiero propuesto por Silvina Batakis dejaría a la agrupación de Juan Grabois sin el manejo del Fondo para la Integración Socio Urbana (FISU),  que según el Ministerio de Desarrollo Social, se trata de una cuenta que “busca garantizar el acceso a la red de agua, cloacas y electricidad, así como regularizar la tenencia de la tierra en favor de los vecinos y vecinas de los más de 5.600 barrios populares”.

Semejante misión no puede estar exenta de enormes recursos dinerarios que, en su momento, fueron otorgados por la administración de Mauricio Macri. El FISU fue heredado por la gestión de Alberto Fernández que lo colocó bajo la dirección de la primera ministra que renunció por las críticas vicepresidenciales, María Eugenia Bielsa, de Hábitat y Vivienda. Desde entonces, pasó a la gestión de la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social cuya responsable es Fernanda Miño.

La catequista del barrio La Cava es una militante cercana a Grabois y como vecina del barrio fue candidata a intendenta en 2019 en San Isidro. Desde entonces maneja las cuentas de un fondo millonario, cercano a los 70 mil millones de pesos, que se nutre de la recaudación del dólar ahorro, de las compras con tarjetas de crédito en el exterior y de parte del impuesto a las grandes fortunas.

Pero no es el único programa millonario que Batakis quiere auditar y manejar para cumplir con las metas firmadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).