Cerca de 17 millones de argentinos son pobres, mientras que 8,5 millones son indigentes, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
El trabajo indicó que la tasa de pobreza trepó al 43,1% durante 2022, mientras que la de indigencia llegó al 8,1%.
El trabajo subrayó que, en los últimos 10 años, la pobreza creció 15 puntos porcentuales.
En esa línea, describió que los nuevos pobres son “clases trabajadoras de sectores medios y populares, vulnerables a las crisis, a la falta de trabajo y a la inflación. Mientras tanto, los pobres estructurales logran protegerse reproduciendo una economía informal de subsistencia, que nos los saca de la pobreza, pero al menos la alivia”.
El trabajo de la UCA indicó además que, en caso de no existir las asistencias sociales que dispone el Estado, la pobreza afectaría al 50% de la población y la indigencia llegaría al 20%. En esa línea precisó que el 40% de los hogares donde vive el 50% de la población fue asistido por algún programa oficial o complementario.
El relevamiento oficial del INDEC de la pobreza recién tendrá lugar en marzo del año próximo.