El presidente Alberto Fernández, afirmó que está «abocado a reducir la inflación”, pero evitó dar cifras y eventuales medidas para combatirla, al tiempo que aclaró que el objetivo es reducirla “sin aumentar los niveles de pobreza”.
“La alta inflación que todos sufrimos es un factor central de desorganización de nuestra economía. Todos sabemos bien que la inflación constituye un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas”, sostuvo el primer mandatario durante su discurso de apertura de la Asamblea Legislativa.
Fernández afirmó que su Gobierno está “abocado a reducirla», pero aclaró: «Sin generar incrementos en los niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento que venimos experimentando”.
El Presidente enfatizó que “no resulta una tarea sencilla” y aprovechó la oportunidad para fustigar a la oposición: “Quienes minimizaron el problema acabaron por profundizarlo. Que quede claro”.
Si bien evitó ahondar en el problema de fondo que genera la inflación precisó que uno de los problemas fue el gasto en energía por US$5.200 millones que debió afrontar la Argentina en 2022 producto de la invasión de Rusia a Ucrania.
“Lo hicimos porque no estábamos dispuestos a frenar la producción y el crecimiento”, enfatizó en Presidente.
Al iniciar su discurso, Fernández sostuvo que asumió el Gobierno “signado por la inflación” y el “endeudamiento” y en el que el Estado “había abandonado su condición de organizador de la economía”.
El Presidente evitó dar cifras tanto de la tasa de inflación con la que tomó el gobierno a finales de 2019 y la variación de precios que se produjo durante 2022.
En cambio, expresó un fuerte gesto de apoyo al ministro de Economía, Sergio Massa, a quien le agradeció hacerse cargo de la cartera.