Debido a la postergación de los pagos al FMI a fines de julio y el nuevo desembolso de US$ 7.500 millones, el primero de noviembre próximo la Argentina deberá pagar unos US$ 85 millones adicionales en intereses al Fondo Monetario. De esta forma, se acrecienta la deuda en medio de una fuerte escasez de divisas en el Banco Central.
El Gobierno prometió abrir el grifo de importaciones para las pymes industriales, pero existen dudas sobre la disponibilidad de reservas para encarar ese compromiso.
A fines de julio, el vencimiento del último trimestre del año en intereses sumaba 564 millones de DEG (Derechos Especiales de Giro). Pero ahora figuran 630 millones de DEG.
La diferencia son 64 millones de DEG que, a la cotización actual, equivalen a unos 85 millones de dólares.
De las cuentas del organismo surge que esa mayor carga de intereses se produjo pese a que el FMI cobró de manera anticipada el vencimiento que la Argentina tenía recién el 21 de septiembre de 687 millones de DEG, poco más de US$ 900 millones.
La escasez de dólares y la extensión de las negociaciones con el Fondo luego de que la Argentina no pudiera cumplir con las metas fijadas por el organismo por la sequía, hicieron que se demoraran las aprobaciones de las revisiones trimestrales y, con ellas, los desembolsos pautados con el organismo.
Así, llegaron los vencimientos con el FMI y el país tuvo que salir a buscar alternativas para poder enfrentarlos hasta que saliera la aprobación de los nuevos fondos de la entidad internacional.