Mientras que los contagios aumentan a diario y el equipo económico se concentra en la negociación por la deuda privada, bajo legislación extranjera por u$s 66.300 millones; los sectores van dándose cuenta de que la demanda está hecha añicos con o sin cuarentena. Las actividades que están funcionando sólo venderían entre un 15% y 20% respecto de lo habitual; aún los denominados esenciales no están operando en su totalidad y los que son proveedores de hotelería, bares o turismo carecen de ingresos como pasó en abril con las automotrices que no fabricaron ni un solo auto. Una alimenticia de la talla de Arcor (una de las seis empresas que más facturan, emplean, venden y exportan en todo el país) acaba de presentar sus resultados del primer trimestre de año (ahí van únicamente 15 de los más de 75 días que suma la cuarentena) donde «las ventas totales disminuyeron un 7% en pesos y 5% en volumen respeto del período del año anterior».
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