Economía

Entretelones de una jugada política que subió al ring al equipo económico

Sin una señal política del FMI no tiene sentido perder mil palos más”. Esa frase, de alguien muy cercano a la mesa de negociación con el FMI, sintetiza el clima que gobernó esta semana de vértigo hasta la nochecita del jueves.

No haber pagado el vencimiento de ayer hubiera costado muchísimo más que los 700 millones de dólares que, finalmente, se desembolsaron. El mensaje llegó a Washignton esa tarde. “Los mensajes de buena voluntad solo vienen de un solo lado”, transmitieron desde Buenos Aires ante el estupor de los interlocutores, con pocas horas de vuelo en el “caso Argentina”.

El gobierno del presidente Alberto Fernández necesitaba un anuncio político para la tribuna doméstica. Lo obtuvo; también alejar el fantasma del default. Sin embargo, de ninguna manera logró dejar atrás ni las dificultades que se avecinan en las próximas discusiones con el board del organismo internacional de crédito ni tampoco aplacar las tensiones que subyacen entre Economía y el BCRA.

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