Con el índice de inflación de julio de 7,4% pesando sobre sus espaldas, Matías Tombolini está delineando la serie de encuentros que mantendrá desde la semana próxima con empresas del sector alimenticio. Sabe que la clave está en resolver y frenar la escalada de precios de alimentos de la canasta básica y reparar así las acciones fallidas de sus antecesores.
Se trata de un esquema de encuentros similar al que llevó a cabo durante esta semana que culminó este viernes 12 de agosto y durante la cual debatió con miembros de la industria molinera para estudiar la continuidad del fideicomiso del trigo establecido por decreto presidencial para bajar el precio del pan.
En este caso, la reunión tuvo lugar el pasado martes 9 de agosto con ejecutivos de la Federación de la Industria Molinera (FAIM) que preside Diego Cifarelli, a quien Tombolini le aseguró que continuará con la política oficial, más allá de que también hará un seguimiento para conocer el verdadero efecto que tiene en el precio del producto derivado de la harina.
De igual manera, Tombolini escuchó, en otro encuentro, las propuestas de las cámaras empresarias que agrupan a los grandes supermercados.
En este sector, el enojo es con los productores a los que acusan de ser los responsables de los faltantes en las góndolas por privilegiar las entregas a los almacenes de barrio o supermercados de cercanía, donde no está presente el programa oficial y por lo tanto pueden vender a mayores precios.
De hecho, desde las grandes cadenas quieren que el flamante secretario de Comercio se comprometa a que reciban los productos al precio acordado y sin limitaciones en las cantidades, según aseguran representantes de las cámaras del Interior CAS y FASA y de los grandes híper nucleados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).