Los precios de la carne aumentaron hasta un 20% por un ajuste en los valores de la hacienda impulsado por el «dólar maíz», y presionan sobre la inflación de agosto. En el Gobierno reconocen que los precios estaban atrasados y que ahora se están «reacomodando», después de varios meses de estabilidad.
Los matarifes estimaron que el aumento fue de entre $100 y $120 por kilo vivo, que se traslada directo a góndola.
Un relevamiento de la consultora Focus Market en carnicerías del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) arrojó los valores que se están manejando al mostrador:
— Asado, de $2250 a $2550 por kilo.
— Vacío, $2.450 a $ 2.890.
— Nalga, $2.650 a $3.150.
— Peceto, $2.890 a $3.400.
— Roast Beef, $1.890 a $2.250.
— Picada, $1.750 a $2.000.
El «dólar maíz» es un tipo de cambio diferencial a $340 para las economías regionales, que apunta a que los productores liquiden unos US$2.000 millones hasta el 31 de agosto, según las estimaciones del Gobierno. Pero ese dólar provocó una suba en el precio del maíz e impactó en los alimentos con proteína animal, como las carnes de vaca, cerdo, pollo, los huevos y los lácteos.